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San Fernando, Buenos Aires, Argentina
profesor de Lengua, Literatura y Latín

viernes, 10 de abril de 2020

Mamá
19 marzo de 2020
Esta sombra de adiós en esta boca,
ciego grito en la noche de mi vida
crece en mí como mar que se desboca,
brisa en tifón de pronto convertida

Mi mano en lo oscuro no te toca,
mis ojos te buscan. Desvanecida.
Voy entre las sombras como una loca
con este mudo adiós de despedida

Si no te vi partir,  nuca te fuiste
Aquí,  en mí  ,vivirás como una rosa
que al atroz son del tiempo se resiste

con savia de gorrión   y primorosa.
Cuando vague en la vía sola y triste
tu risa será mi arma victoriosa
Marcelo Jaurane

jueves, 9 de febrero de 2017

Jack London deja el alcohol

Jack London deja el alcohol

En el manco silencio de la tarde
toda mi vida dícese de río;
aguas que son para mi pobrerío
apenas la tristeza de un emparde.

De los cartas que jugué, no hago alarde:
este naufragio es mío y solo mío.
Y así voy, en mi pájaro sombrío,
que en su ramaje de ocasos vive y arde.

Pero hoy pongo a la tarde por testigo:
voy a morir jornada tras jornada,
sin la sombras de pájaros conmigo


ni naipe que me sirva como espada.
y que la muerte llévese consigo
el horror de perderme entre la nada.
Marcelo Jaurane

Vita brevis

Vita brevis



Si este golfo fuera también camino,
en su serena boca viviría
con gaviota en la gavia por vigía
y mi pipa en mi brisa de marino.

La quilla de mi nave danzaría
en agua de firmamento por destino;
los soles tropicales en mi vino,
de un saque hasta sus cielos bebería.

Pero no hay golfo. El camino es coro
de adioses de una breve despedida.
Hay que irse poco a poco con decoro


hasta hallar en la muerte la medida.
Pero vivir es un himno sonoro
que cantamos herida tras herida.
Marcelo Jaurane
Pa' mis cincuenta...

Ahora que ya llegué a los cincuenta
y que tengo porrazos a montones,
intento despojarme de lecciones
que creí sabidas a los cuarenta;

ahora que el futuro no me tienta,
pues tengo más pasado que ilusiones,
todavía me incendio de pasiones
y me duele el vivir más de la cuenta,

no me asusta tener tanto pasado
tampoco los sopapos de la suerte
ni el vino de la vida derramado


y menos la certeza de la muerte:
solo temo al silencio desolado
si tengo la desdicha de perderte.
Marcelo Jaurane

soneto pa'cuando me vaya

Soneto pa' cuando me vaya

He de beberme hasta el último trago
Este río violento de la vida,
Este parto de soles sin medida
Aunque vague de estrago tras estrago.

Mis cuencas oscuras serán mi pago,
Mi libra asombrada de despedida,
Y que la muerte sea como un lago
En donde desaguan júbilo y herida.


Cuando me alcance, lúgubre y berreta,
Trayendo los misterios de la Nada,
La Parca con su lengua de alcahueta,

Dame un te quiero vivo en tu mirada,
Que será como un sol en esa grieta
Que abrirá en mí la noche consumada.
Marcelo Jaurane
Soneto de Meursault


Cincuenta años y no hago pie en el mundo,
de todo y a toda hora forastero;
callao de derrotas, miro fiero
el vasto mar de sangre, moribundo.

Brazada tras brazada desenfundo
los ojos con el alma y con el cuero
para nadar con vista de pionero
por lo vasto del mar, y lo profundo.

Y como un extraño, ayuno de verdades
en mi sonoro de silencio, perdido
voy con mi senectud en mocedades.


Y no hallo en este mar de sinsentido
más que un río que lleva soledades
por las aguas oscuras del olvido.
Marcelo Jaurane
soneto para cuando falte poco

Nada más te pido esta última, Vida:
un machazo tirón hasta la muerte;
a pájaro o grito venga la suerte;
andar la ruta justa y la indebida.

Dar mi alma por ganada y por perdida,
porque solo en la lucha me hago fuerte.
Si duermo, que tu aullido me despierte
la carne desolada y sorprendida.

No vengas al galope, muerte fiera,
a grupas de tu quilla de agua sombría.
Allá, en esa lejana noche, espera.


Escorará mi barca en tu bahía
para dormir por fin mi noche entera,
largo a largo en la flor de mi crujía.
Marcelo Jaurane

soneto de los ayeres náufragos

Soneto de los ayeres náufragos

En tu piel se dan cita los ayeres;
los días de furia y gozo agotados;
tardes ayunas de dioses; placeres
que en silencio resisten, desgarrados.

Y también lejanos atardeceres
de juncales y soles asombrados;
y el indócil candor de mis quereres
como barcos en la costa, olvidados.

Y tu piel, como un Argos, los devora;
caen al inmenso sol de tu gramilla
donde labraste tus sueño de pastora.


Y sobre dulce cárcel de semilla,
tu boca de pastora me enamora
y convierte mi hoy en maravilla.
Marcelo Jaurane
Soneto de los naufragios

 Te cercan las sombras, y los oscuros
de una antigua tierra yerma
cabalgan sobre una meseta enferma
para derribar tus secretos muros

cabalgarán allí, de horror maduros, 
para que un sol de gris nunca se duerma, 
viudez de luz que en vos jamás merma,
ciego alquitrán para tus ojos puros.

Si te cercan mil lunas funerales,
mil lunas que te abisman en señales
que abruman de certezas tus presagios, 

verás un resplandor en la neblina:
porque antes que el sopor de mi rutina
prefiero el dulzor de tus naufragios.

Marcelo Jaurane





martes, 4 de marzo de 2014

Soneto de tu zumo

Llename con el zumo de tu fruta,
con tu pulpa de joropo llanero.
Por tu carne de luz yo desespero
porque me exilia noche y me desluta.

En la oscura ceniza de mi gruta,
aguardaba la sombra del lucero,
y en su lento trashumar compañero
yo soñaba cielo adentro con su ruta.

Pero ahora, que en trópico dejaste
mi nocturno pozo de tiza y roca,
quiero todos los sueños que creaste

en esta nueva vida que me toca.
¡Los besos frutales que me inventaste
serán jardines sagrados en mi boca!

Marcelo Jaurane