Ex umbra in solem
A menudo me vence la tristeza,
el suburbio frugal de sus ocasos;
las horas degüellan, en sus cedazos, 
la bahía de sombra que no cesa.

A menudo me gana la pobreza, 
su delgado pavor entre mis brazos;
me deja sus migajas de a retazos,
abismos de jornal sobre la mesa.

Cuando prohíjen en mí algún tormento,
en alguna noche oscura y fría,
como un tizón de ciego desaliento,

serás, para mi vida, gorjería;
para mi pobreza, mi único sustento;
para mi tristeza, íntima alegría.

Marcelo Jaurane