cuando todo esto acabe;
no importa lo que suceda
en mi carne y en tu carne.
aunque te vayas de casa
y mi vida te acompañe
y yo me quede escribiendo
versos tristes con mi sangre;
aunque no quede horizonte
ni perros que le ladren;
aunque no sobren terrazas
para tantas soledades;
aun cuando los profetas
descubran zarzas que no arden
y que no quedaron dioses
a quienes un salmo rezarles
y viudos de la otra vida
quieran del César su parte;
aun cuando rojas pústulas
no paren de atormentarme
y no quede en esta tierra
absolutamente nadie;
Amor, nunca tendré miedo
si no puedo despertarme:
con los ojos cielo adentro,
solo, y en sombras la tarde:
yo sé que estaremos juntos
cuando todo esto acabe
Marcelo Jaurane
No hay comentarios:
Publicar un comentario